Portada » Proyecto Dismupren » Noticias » Reseñas. Susana Guerrero Salazar (Coord.) (2022). «El debate sobre el lenguaje inclusivo en la prensa española» y «Lenguaje y discurso sobre las mujeres en la prensa española». Círculo de Lingüística aplicada a la Comunicación (CLAC), vol. 89, 1-116 y vol. 91, 1-112.

Reseñas. Susana Guerrero Salazar (Coord.) (2022). «El debate sobre el lenguaje inclusivo en la prensa española» y «Lenguaje y discurso sobre las mujeres en la prensa española». Círculo de Lingüística aplicada a la Comunicación (CLAC), vol. 89, 1-116 y vol. 91, 1-112.

Reseñados por María Luisa Calero Vaquera

https://revistas.ucm.es/index.php/CLAC/issue/view/3825
https://revistas.ucm.es/index.php/CLAC/issue/view/3887

Los catorce artículos comprendidos en los monográficos de los volúmenes 89 y 91 de la revista Círculo de Lingüística aplicada a la Comunicación vienen a ampliar la ya extensa bibliografía existente en español sobre el denominado «lenguaje inclusivo» así como sobre el lenguaje y el discurso acerca de las mujeres. Además de los campos de conocimiento (Estudios sobre el género, Análisis del discurso, Pragmática lingüística y sociocultural, Ideologías lingüísticas) que vertebran este valioso conjunto de trabajos, hay un segundo elemento que los aglutina, y es el tipo de corpus del que se ha decidido extraer las muestras del estudio: la prensa española actual. Es bien sabido que la prensa es un género textual donde con garantías se plasma el uso real, cercano, informal y cotidiano de los hablantes, de ahí el interés que, a nuestro juicio, encierran estos artículos. Cabe añadir que todos ellos, recurriendo a los métodos de las disciplinas antes señaladas, han sido realizados en el marco de diferentes proyectos adscritos a diversas universidades, lo que constituye un meritorio ejemplo de colaboración interuniversitaria: algunos se acogen en exclusiva al proyecto I+D+i titulado DISMUPREN, acrónimo de El discurso metalingüístico sobre “mujer y lenguaje” en la prensa española: Análisis del debate lingüístico y su repercusión social (http://dismupren.com), que coordina Susana Guerrero Salazar (Universidad de Málaga); otros, en el doble marco del citado DISMUPREN y el proyecto I+D+i El Columnismo lingüístico en la prensa española desde sus orígenes. Análisis multidimensional, caracterización y aplicaciones (METAPRES-COLING) (http://metapres.es/), cuya responsable es Carmen Marimón Llorca (Universidad de Alicante); hay un último caso de un artículo que también se adscribe a DISMUPREN y a un tercer proyecto financiado por la Junta de Andalucía: Retos comunicativos de las instituciones andaluzas: configuración de la imagen de la mujer en Andalucía (interfaz instituciones-discurso-ciudadanía) (REDIG), coordinado por Esperanza R. Alcaide Lara (Universidad de Sevilla).

1. El artículo que encabeza el monográfico correspondiente al nro. 89 de CLAC («El debate sobre el lenguaje inclusivo en la prensa española») viene firmado por su coordinadora, la profesora Susana Guerrero, y en él examina los efectos que en la prensa española tuvo la noticia sobre la petición que el Gobierno cursó a la Real Academia (2018) de un informe acerca de la posibilidad de remozar el texto de la Constitución española teniendo en cuenta las premisas del lenguaje inclusivo, así como el efecto mediático que ese mismo informe tuvo una vez emitido por la RAE (2020). Los resultados, extraídos de un amplio corpus de textos de prensa digital española, demuestran cómo el modo en que la prensa informa (titulares, selección léxica, personas escogidas en las entrevistas, etc.) puede condicionar la opinión de los lectores, convirtiéndose así la propia noticia, supuestamente objetiva, en un eslabón más en la cadena transmisora de ideología. Por su parte, el artículo de M.ª Elena Gómez Sánchez «Construcción de la imagen en los foros de los diarios digitales: a propósito de la consulta a la RAE sobre el lenguaje inclusivo y la Constitución española» ofrece una nueva perspectiva del asunto, que tanta trascendencia tuvo en los rotativos del país; en este caso, la autora se centra en analizar ciertas «actividades de imagen» (como la cortesía, la descortesía y la autoimagen) realizadas por los comentaristas participantes en determinados foros digitales (diarios ABCEl Mundo y El País), de donde se extraen opiniones relativas a la imagen de los propios políticos relacionados con la solicitud del informe a la RAE, junto a comentarios acerca del uso del lenguaje inclusivo.

El trabajo de Ana Pano Alamán adopta un enfoque marcadamente retrospectivo, al tratar de determinar las propuestas y opiniones que sobre el uso inclusivo de la lengua se han abordado en el columnismo lingüístico español en el período 1980-2020. La muestra escogida es más que suficiente: se estudian un total de diez autores columnistas, de los que se escogen cien columnas sobre la lengua. Ahí aparecen nombres sobradamente conocidos, como los de Ramón Carnicer, el Marqués de Tamarón, Fernando Lázaro Carreter (quienes «exhiben cierta hegemonía masculina», 32), Emilio Lorenzo, Álex Grijelmo o Amando de Miguel (quienes adoptan posturas más conservadoras respecto a las nuevas propuestas del feminismo, según la autora del trabajo). Más tolerantes hacia los cambios se muestran Luis Cortés, Elena Álvarez Mellado y Lola Pons Rodríguez. Las cuestiones que en estas columnas periodísticas más atención merecen son, como era de esperar, «el léxico sexista, el masculino genérico y la discutida alternativa de los desdoblamientos, el término género y el feminismo» (34). De gran interés resulta la identificación de las estrategias argumentativas y persuasivas adoptadas por los columnistas («de locuciones cansinas a acciones propagandísticas») cuando rechazan, sea de forma total o parcial, las propuestas igualitarias.

El tema, sin duda, más tratado en los debates sobre el sexismo lingüístico es el uso de los dobletes de género. Sobre tal cuestión, la profesora M.ª Antonia Martínez Linares realiza un minucioso estudio basándose en datos extraídos de textos periodísticos, foros de opinión y trabajos académicos fechados con posterioridad al llamado «Informe Bosque» sobre «Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer» (2012), así como en algunas guías y manuales de lenguaje no sexista anteriores y posteriores al citado informe. Tras exponer algunas de las numerosas dificultades y dudas que suscita la aplicación efectiva de este recurso igualitario en el uso lingüístico, la autora concluye que «los dobletes de género no han escapado a la polarización de actitudes, a la tergiversación y las posiciones —a favor y en contra— extremas de que han sido objeto las alternativas “inclusivas” en la última década» (83-84), aunque también reconoce que «no todo es rechazo total al masculino genérico ni condena absoluta de los dobletes» (84). Los desdobles controlados, moderados, aplicados a sustantivos y usados preferentemente en determinados contextos, se han ido incorporando a los usos discursivos, sobre todo en «la lengua cultivada», y se van considerando, en buena medida, relevantes, necesarios, para evitar ambigüedades, para «visibilizar» a las mujeres y para hacer, en definitiva, más inclusivo el lenguaje.

Con un enfoque más reducido, el artículo firmado por Manuel Cabello Pino presenta el uso de los morfemas -x y -e como nueva alternativa al masculino genérico, un uso que es descrito como «un fenómeno muy vivo y cambiante» (67). En efecto, popularizado su uso a partir de 2018, son morfemas que reciben diferente grado de aceptación por parte de los defensores del lenguaje igualitario, frente a sectores más conservadores, que lo rechazan frontal y unánimemente. En este último caso, se escudan en argumentos tales como la relativa importancia que estos recursos tienen para lograr avances en la igualdad entre hombres y mujeres; su consideración como una moda pasajera y, sobre todo, estas fórmulas son vistas como un intento de imposición de un mecanismo morfológico extraño al sistema de la lengua española. En definitiva, una serie de argumentos que vienen a coincidir con los utilizados para rechazar los recursos más tradicionales del «lenguaje inclusivo».

Por su parte, el estudio llevado a cabo por Raúl Cremades e Ignacio Fernández-Portero pretende avanzar en el conocimiento de las opiniones emitidas acerca del lenguaje sexista/no sexista en el ámbito universitario. Tras ofrecer una extensa bibliografía sobre actitudes ante el lenguaje igualitario en el ámbito educativo, ambos autores presentan su estudio, de carácter no experimental, con un modelo que combina métodos cualitativos y cuantitativos y que se sirve de cuatro herramientas (cuestionario, foro, actividades y grupo de discusión) para la recopilación de la información pertinente. Componen la muestra un total de 242 estudiantes pertenecientes a dos universidades de España (Málaga) e Italia (Bolonia). Los propios autores se adelantan a posibles críticas reconociendo las (reales) limitaciones de este estudio: «por un lado, la reducida dimensión de la muestra, y, por otro, la escasa diversidad de instituciones académicas» (113). Aun así, los resultados obtenidos (convenientemente desglosados en numerosas tablas) parecen coincidir con otros recientes estudios ─señalados en el texto─ que demuestran el convencimiento mayoritario de las nuevas generaciones de la necesidad del uso de un lenguaje igualitario: «El alumnado universitario participante se manifiesta mayoritariamente convencido de la importancia del lenguaje en la percepción personal sobre los distintos sexos», con el consiguiente «rechazo de los grupos participantes al masculino genérico» (112). Las conclusiones, que confirman «la desacralización de las academias de la lengua por parte del alumnado universitario en el ámbito hispánico» (112), vienen a coincidir con las aportadas por Bengoechea (2011) sobre «el lento pero progresivo avance del prestigio de lenguaje igualitario en las actitudes de las personas jóvenes en España» (112).

Completa el volumen un trabajo de M.ª Isabel Santamaría-Pérez sobre la «caracterización y percepción social del léxico de la violencia de género en los medios digitales». A partir de un corpus de más de 200 textos, extraídos de páginas web feministas y de artículos aparecidos en diferentes revistas digitales en el período 2011-2021, se recopilan nuevos términos/expresiones relativas al campo semántico «violencia de género». La autora se centra en el análisis de las veintiuna unidades léxicas de mayor uso en los años 2019-2021, pertenecientes a ese campo y, en concreto, relacionadas con los micromachismos. Se determina con detalle el grado de conocimiento y de percepción que los encuestados tienen respecto de esos términos, a partir de las premisas de la Lingüística cognitiva establecidas por Lavale (2019), quien se basa en las capacidades cognitivas y la base experiencial del ser humano. Dado que muchos de esos términos son neologismos procedentes del inglés (sextorsiónmansplaininggas-ligthting, etc.) la conclusión del estudio es esperable: «Estamos ante un léxico especializado inaccesible para la gran mayoría de la población, muy poco banalizado a pesar de su difusión en los medios de comunicación y redes sociales, pero que la sociedad siente necesario para la consecución de la igualdad […]» (53).

2. Respecto al segundo monográfico reseñado, el que hace el nro. 91 de CLAC, bajo el título genérico «Lenguaje y discurso sobre las mujeres en la prensa española» comprende siete nuevos trabajos sobre el tema, firmados por otros tantos especialistas. En el primero de ellos, «Ideología y discurso sobre las feministas en las columnas de opinión de Amando de Miguel», Susana Guerrero analiza con pormenor el mordaz discurso que este conocido sociólogo lanza sobre el feminismo, las feministas y la ideología de género en 41 columnas de opinión publicadas en el diario conservador Libertad Digital, en el transcurso de un período de más de dos decenios (2000-2021). Para el análisis del corpus la investigadora se ha guiado por el marco teórico de la Pragmática lingüística, del Análisis crítico del discurso de Van Dijk y de la Teoría de la argumentación, centrando su estudio en identificar aquellos ideologemas que impregnan los textos del columnista (en los elementos intensificadores, en la elección del léxico y en las estructuras argumentativas) y en precisar cuáles son, en concreto, los mecanismos lingüísticos y retóricos de los que se vale para construir un discurso claramente desvalorizador del movimiento feminista, como se intuye desde los propios títulos de las columnas analizadas («La nueva Inquisición», «La hipocresía del género», «Igualdad ¿para qué?», etc.) y como concluye la profesora Guerrero: «[De Miguel] contribuye a reforzar y difundir en el imaginario colectivo una imagen negativa de las feministas y del feminismo» (2).

Como contrapunto a esta actitud intolerante hacia los cambios lingüísticos sugeridos por el feminismo y hacia las propias feministas utilizando argumentos ad mulierem, el artículo firmado por Carmen Marimón Llorca nos introduce en el columnismo sobre la lengua escritas por mujeres en la prensa española actual. Son columnas de opinión firmadas por mujeres profesionales (de formación lingüística, fundamentalmente) que solo recientemente han irrumpido en el periodismo para abordar sistemáticamente temas de lengua. La autora identifica —con gran despliegue de argumentos— algunos rasgos comunes a estas aún escasas columnistas (entre las que se cita a M.ª del Carmen Méndez, Lola Pons y Elena Álvarez Mellado), como es la propuesta de «un discurso público sobre la lengua renovado, libre de tópicos y prejuicios y orientado a despertar el amor por la lengua» (24); también la prevalencia que asignan al criterio «uso lingüístico» frente a la rigidez de la norma. Según deduce Carmen Marimón con buen criterio, estas columnistas-lingüistas proyectan «una mirada abierta y comprensiva sobre la lengua y sus hablantes» (27) manejando un tipo de discurso «explicativo» antes que «argumentativo» (28): «No hay defensa ni ataque, hay voluntad de explicar por qué ocurre algo en la lengua» (28), alejándose así «de la tradición de columnistas polemistas» (30) representada por sus colegas varones.

El artículo «Lenguaje y discurso sobre la mujer en la prensa española: tradición y evolución bajo la mirada de dos columnistas (Carnicer y Camps)», de M.ª Isabel Santamaría-Pérez, viene a confirmar esta mirada más indulgente de las articulistas sobre los cambios lingüísticos demandados en pos de un lenguaje más inclusivo. En efecto, la autora analiza las columnas sobre la lengua publicadas en el diario La Vanguardia y escritas en distintos tiempos por Ramón Carnicer (en el período 1966-1983) y Magí Camps (entre 2015 y 2020) y las contrasta con las publicadas por Elena Álvarez Mellado en elDiario.es en el período 2017-2022. Al margen de la lógica evolución que por el paso del tiempo se registra en el pensamiento conservador de los columnistas varones, ambos atentos a la norma aunque ya en diferente grado, Santamaría-Pérez declara que «en contraposición, Álvarez se aleja de posiciones normativas y sin entrar en polémicas sobre lo correcto o incorrecto, asume desde su posición de lingüista, que la lengua debe ser capaz de expresar todas las necesidades y sensibilidades de la sociedad, por tanto, son los hablantes los que finalmente decidirán» (76). Un excelente trabajo para comprobar los cambios de actitud que sobre este asunto se han sucedido apenas de forma perceptible con el correr de los años.

Por su parte, Carmen Sánchez Manzanares aborda un polémico debate terminológico que, como suele suceder en los temas de género, se abisma en una querella ideológica. Basándose en un extenso corpus de 250 columnas de opinión publicadas entre 1999 y 2021 en periódicos españoles de distintas tendencias ideológicas, la autora analiza la recepción del debate acerca de las nuevas expresiones creadas para nombrar la violencia contra las mujeres en sus diferentes modalidades, llegando a demostrar cómo la propia prensa ayuda a reproducir las variadas ideologías que subyacen en cada una de esas fórmulas. Una interesante periodización de ese debate terminológico viene a clarificar el proceso sufrido por tales expresiones: desde la inicial denominación violencia de género, que pretendió visibilizar un problema social hasta entonces innombrado, hasta la diversidad de fórmulas lingüísticas (violencia vicariaviolencia obstétrica, etc.) aparecidas en los últimos años, pasando por las alternativas violencia domésticaviolencia machistaviolencia familiar/intrafamiliarviolencia por razón de sexo, cada una de ellas reflejo de una determinada ideología; esto es, el caldo de cultivo necesario para una encendida polémica en el ámbito político-jurídico que, por otra parte, no parece tener un fin cercano, como lúcidamente reconoce Carmen Sánchez Manzanares: «Hemos constatado que la ideologización en el uso político-jurídico de los términos de la violencia sobre la mujer es cada vez mayor, por lo que el debate terminológico no tiene visos de acabar; más aún, la confusión terminológica parece ser en sí misma un fin del debate como modo de desvirtuar, incluso de ensombrecer, el concepto de violencia sobre la mujer» (50).

También de carácter terminológico es el problema tratado en el artículo de Esperanza R. Alcaide Lara: «Implicaciones socioculturales del uso de la expresión mujer transexual (trans) en el discurso periodístico en Andalucía», si bien, en este caso, el uso de determinadas maneras de nombrar a estas personas llega al extremo de estigmatizarlas por el daño que tales expresiones causan a su imagen social. Conjugando la perspectiva de la Pragmática sociocultural, la Pragmática lingüística y el Análisis crítico del discurso, la autora analiza un corpus de 80 textos (noticias, entrevistas y reportajes) extraídos de periódicos publicados en Andalucía en los años 2020 y 2021 para registrar los vocablos y estructuras sintácticas con que los periodistas suelen referirse a este colectivo de mujeres (mujer transexualmujer trans(la) transexual/trans, etc.). Con fino análisis, la profesora Alcaide hace ver los matices que a veces establecen diferencias semánticas entre expresiones aparentemente sinonímicas, como persona trans y mujer trans: así, en el primer caso «la persona nombrada se clasifica dentro del grupo de personas que han experimentado un proceso de reasignación de género, sea hombre o mujer, lo que no afecta a verla, como ocurre con mujer transexual, como una mujer distinta, pues lo restrictivo no afecta al concepto mujer» (93). Expresiones como la citada (mujer transexual) llevan, pues, a asociar a sus referentes humanos con «realidades negativas como los conflictos personales o los conflictos con la sociedad e incluso la violencia» (91), de donde derivarán comportamientos discriminatorios con el colectivo. Dado que, en palabras de la autora, «la realidad se construye a través del lenguaje, y que esta realidad construida condiciona nuestra percepción de todo aquello (incluidas las personas) que nos rodea» (94), se hace en el artículo un llamamiento a emplear los términos y estructuras adecuadas para referirse a estas mujeres.

Con perspectiva historiográfica escribe José Joaquín Martínez Egido acerca de «Mujer y género gramatical en las columnas sobre la lengua española de finales del s. XIX y principios del s. XX». El estudio, que abunda en la relevancia del columnismo lingüístico como género textual específico, demuestra hasta qué grado interesaba a la sociedad de esa época los problemas relacionados con el género gramatical. Si el que hoy denominamos «discurso sexista» ha llegado a convertirse en un tema de amplio debate social, incluso en objeto de discusión académica y científica, a finales del siglo XIX y principios del XX Martínez Egido constata ya una incipiente «presencia de la problemática del género gramatical en los textos de los autores seleccionados, bien en su uso lingüístico, bien en sus comentarios concretos, o bien en los ejemplos que han empleado» (63). Por esa reiterada presencia de «la cuestión del género gramatical ligado a la referencia a las personas, en concreto hacia las mujeres» (63) en las 196 columnas de opinión metalingüísticas de un total de 6 columnistas (Pascual Martínez Abellán, Francisco Andrés Commelerán, Rafael Álvarez Sereix, Miguel Atrián y Salas, Antonio de Valbuena y Mariano de Cavia), concluye el autor del trabajo que «dicha cuestión puede ser considerada característica temática definitoria de las columnas sobre la lengua como género con una tradición discursiva consolidada» (53).

El volumen monográfico se cierra con el trabajo de Ígor Rodríguez-Iglesias sobre «Desespacialización y privilegio en el discurso glotopolítico en la prensa sobre mujeres andaluzas. Implicaciones para la comunicación intercultural y el multilingüismo». El autor acude a un neologismo (andalufóbico) para analizar los discursos que, publicados en la prensa española actual, atacan o desvalorizan las hablas andaluzas en boca de mujeres. Supone un acierto la elección del tema, dado que, como el propio autor reconoce, «en el caso de los hombres, en raras ocasiones se alude a la condición de andaluz para establecer una crítica» (101). Aquellos son discursos ofensivos que no solo arremeten contra una variedad lingüística ya muy denostada en su historia sino que encierran una actitud patriarcal: «El proceso de ocupación de los espacios públicos (políticos, laborales, académicos, sociales en general, etc.) por parte de las mujeres se ha traducido en nuevos discursos andalufóbicos donde estos interseccionan con los discursos patriarcales» (101). Es por lo que aquí se alude al concepto de «interseccionalidad» como característica de ese tipo de discurso, donde se evidencia además el proceso ideológico de la desespacialización, que se produce «al pretender carecer de un lugar de enunciación y traducción» (Castro-Gómez, 2005: 18), es decir, al construir pensamiento y conocimiento desde un supuesto espacio neutro que se pretende imponer a los demás. Los discursos andalufóbicos contra las mujeres son estudiados aquí, pues, en el marco de la glotopolítica, como una manifestación más de las estructuras de dominación y opresión que se han repetido en el transcurso de la historia: “Es imprescindible considerar como un único vector la imbricación de género y cultura/lengua, en este caso, de mujer andaluza como una categoría a tener en cuenta en el análisis de las opresiones” (100).

Para concluir. Celebramos la aparición en la prestigiosa revista científica complutense CLAC de estos dos volúmenes monográficos, que han sabido aunar en sus páginas la experiencia investigadora de un numeroso equipo de especialistas, pertenecientes a diversas universidades españolas y a diferentes grupos de investigación; que han sabido también conjugar marcos teóricos, métodos y perspectivas diferentes para abordar temas de tanto interés y actualidad como son el lenguaje inclusivo y el discurso sobre las mujeres (en este caso, pasados por el tamiz del discurso escrito de la prensa española). Y, lo que no es menos importante, estos rigurosos y meditados trabajos que coordina la profesora Susana Guerrero vienen a consolidar y, de paso, a dignificar una línea de investigación –los estudios de género– que, por parte de ciertos sectores, padeció desde sus inicios una severa resistencia a ser integrada en el ámbito científico y académico en nuestro país.

Fuentes citadas

Bengoechea, Mercedes (2011). Non-sexist Spanish policies: an attempt bound to fail?. Current Issues in Language Planning 12 (1): 35-53.

Castro-Gómez, Santiago (2005). La hybris del punto cero. Ciencia, raza e ilustración en la Nueva Granada (1750–1816). Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana.

Lavale Ortiz, Ruth (2019). Bases para la fundamentación teórica de la neología y el neologismo: la memoria, la atención y la categorización. Círculo de Lingüística Aplicada a la Comunicación 80: 201-226.

Marimón Llorca Carmen (ed.) (2019). El columnismo lingüístico en España desde 1940. Madrid: Arco/Libros.

Universidad de Málaga. Proyecto I+D+i DISMUPREN. Análisis del discurso sobre mujer y lenguaje en la prensahttps://dismupren.com

Universidad de Alicante. Proyecto I+D+i METAPRES-COLING. El columnismo lingüístico en la prensa española desde sus orígenes: análisis multidimensional, caracterización y aplicacioneshttp://metapres.es/

Universidad de Sevilla. Proyecto financiado por la Junta de Andalucía REDIG. Retos comunicativos de las instituciones andaluzas: configuración de la imagen de la mujer en Andalucía (interfaz instituciones-discurso-ciudadanía).